La sirena de una ambulancia irrumpe en la tranquilidad dominguera pasadas las 20 horas de este domingo.
La sirena, que se escucha por toda la ciudad, va rumbo al norte a un paso acelerado. De inmediato se llama a las seccionales policiales, al Hospital, al sanatorio de Comef y a Semeco, para saber si algo grave ha pasado.
La ambulancia iba a atender un caso de intento de autoeliminación en el barrio Los Álamos o Sarla, más precisamente en la calle Manuel Liberoff, pasando la rotonda de la plazoleta Martí que se forma con las calles Isidoro de María y Continuación Independencia.
Fuentes consultadas señalaron que una mujer dolida por sentimientos encontrados contra su inestable pareja había decidido ahorcarse.
Aunque, para tranquilidad de todos, a la mujer la agarraron a tiempo y la atención médica llegó cuando tenía que llegar, el caso es uno más de los tantos que durante los fines de semana el personal de la salud debe hacer frente.
VAN EN AUMENTO
Así como los accidentes de tránsito son algo de todos los días (entre viernes y domingo hubo nueve en la ciudad), los intentos de autoeliminación también.
"Cuando no se empastillan, se envenenan o se cortan las venas o se quieren ahorcar. Y todo pasa los domingos o los sábados a raíz de los problemas conyugales. Que él sale y vuelve a cualquier hora o que ella hace esto o lo otro. Siempre hay de todo", dijo una de las fuentes consultadas en el ámbito médico.
El personal de enfermería, médicos y choferes, han tenido que hacer frente a situaciones para las cueles no están preparados, e incluso absorben todo el impacto y la desilusión que significa encontrar a una persona al borde de la autoeliminación. "A veces se tiene suerte y se lo salva, como en el caso de hoy, pero casi siempre es una carrera contra el tiempo, en la cual arrancamos demasiado atrás, se agregó.
Diario EL HERALDO
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